No podía faltar en esta sección mensual en torno a la exposición From Spain With Design: Identidad y Territorio la lámpara FollowMe de Inma Bermúdez. Hablamos con la flamante Premio Nacional de Diseño 2022.
Formas parte de FSWD: Identidad y Territorio con la lámpara que creaste para Marset FollowMe, que, en tus propias palabras, fue un punto de inflexión ¿por qué, qué supuso en tu trayectoria profesional?
Con la FollowMe no solamente diseñamos una lámpara sino que inauguramos una nueva categoría de producto: las lámparas autónomas. La presentamos en el mercado en 2014, hace ya unos cuantos años, y aunque ahora es muy común tener lámparas autónomas recargables en aquella época no lo era. La llevamos a Frankfurt a la Light+Building, la feria por excelencia de iluminación que se celebra cada dos años, y éramos los primeros. De hecho recuerdo que yo iba por los pasillos de la feria con la lámpara iluminada colgada del brazo y la gente alucinaba porque no era nada habitual. Si ya es difícil hacer un buen diseño, crear una nueva tipología es todavía más complicado. En ese sentido creo que abrimos camino. La tecnología nos permitió realizar ese avance, y ser los primeros siempre te da ese prestigio; de hecho para Marset supuso crecer y que conocieran todavía más la marca. El listón está tan alto que no sé si lo vamos a superar algún día, pero yo estoy encantada de todo lo que ha pasado con la lámpara.
¿Qué cuenta FollowMe?¿Cuál es su relato y su intención en el entorno de las luminarias y de los objetos cotidianos?
Lo primero es aclarar que la FollowMe viene de un diseño de Marset de los años 70 que se llamaba Flass. Era una lámpara que tenía una asa tubular que sujetaba la pantalla exactamente como hace la FollowMe. Y ése fue mi punto de partida. Le dije a Marset ‘voy a hacer un rediseño de vuestra Flass’.
Luego, conforme se fue desarrollando la idea, fue cuando Marset nos dijo que la tecnología LED estaba evolucionando y estábamos en un punto en que se podía incorporar en este modelo, y si incorporábamos los LED podíamos también incorporar las baterías y hacer la lámpara sin cable. El relato de lo que es diseño empieza por ahí.
El relato de función, de lo que se significa el objeto y cómo se comunica, tenía claro que el asa tenía que ser de madera porque es el punto en que entras en contacto con la lámpara, donde la coges. El resto de componentes los pensamos en otros materiales como por ejemplo el aluminio y vidrio, pero para sacarla en un precio que fuese realmente accesible tuvimos que producirla en plástico. Para que este material fuera más atractivo le añadimos detalles como el latón y la madera y así lograr un equilibrio entre materiales.
«Tengo un montón de anécdotas de gente que se acerca y te cuenta su historia con la lámpara, que eso no me pasa con ningún otro producto»
El nombre fue también muy decisivo para el producto. Nació una noche que vinieron unos amigos a visitarnos a casa y surgió ‘follow the light’, ‘follow me’, y fue un punto muy acertado.
Tengo un montón de anécdotas de gente que se acerca y te cuenta su historia con la lámpara, que eso no me pasa con ningún otro producto. Te enseñan fotos y te las cuentan así como con mucha pasión y cariño, ¡y eso es tan bonito! Porque tú el producto lo diseñas, lo haces y nunca esperas que la gente lo va a disfrutar y vivir tanto y eso es la guinda final del proyecto: saber que es un producto que la gente aprecia, que lo cuida y que tiene una relación emocional con él. Es lo mejor que puede pasar.
Si volvieras a diseñarla ahora, ¿la harías tal cuál o cambiarías algo?
No cambiaría nada, la haría tal y cual se diseñó. Es preciosa, está equilibrada… Y luego hay una cosa muy importante y es que apenas hay reclamaciones. Y eso es un logro: saber que estás haciendo algo que perdura y que si hay algún problema tienes un recambio.
Además de lo que mencionabas antes de la elección de los materiales, ¿qué otros desafíos de producción implicó?
La madera también fue un desafío porque era la parte más difícil de controlar, la que encarecía más el producto… pero yo tenía claro que quería que el asa fuese de madera. Hubo otras cosas en las que sí cedí porque entendí las razones, pero el asa fue un debate interesante con el productor porque evidentemente el precio subía bastante, pero es que si hubiese hecho el asa de plástico no sería la FollowMe, sería otra lámpara. Creo que hay veces que tenemos que arriesgar. En diseño hay una conversación muy intensa entre el proveedor y fabricante y el diseñador.
«Los diseñadores estamos capacitados para dar soluciones a otro tipo de problemas, porque nuestra manera de pensar es igual de creativa para crear un producto que para dar solución a un problema»
¿Qué te gustaría diseñar ahora? ¿Cuál es tu siguiente reto?
Me gustaría hacer otro tipo de proyectos, en los que a lo mejor el resultado final no sea un producto. Creo que los diseñadores estamos capacitados para dar soluciones a otro tipo de problemas, porque nuestra manera de pensar es igual de creativa para crear un producto que para dar solución a un problema “x”. Creo que somos muy capaces de hacer otras cosas y pienso que la humanidad va a necesitar de soluciones muy creativas para enfrentarnos a los problemas medioambientales, y problemas que como sociedad vamos a tener… No sé cómo, pero me gustaría adentrarme en ese jardín.
FSWD: Identidad y Territorio reúne a más de un centenar de piezas muy diferentes de diseñadores y diseñadoras españoles, ¿qué te parece esta iniciativa de READ y sus itinerancias por distintos puntos del territorio?
Todo lo que sea promover el diseño español, me parece bien por supuesto. No hay que explicar a los diseñadores qué es el diseño, sino a los empresarios, a la administración, a los políticos, al público en general. Tienen que ver y entender la importancia del diseño y que todos estamos rodeados de productos y servicios que se han diseñado y cuán importante es el diseño para la sociedad. El diseño lo que hace es que las cosas funcionen, facilitar el día a día, el entorno, los servicios… todo.
From Spain with Design es además una herramienta para la proyección del diseño español, ¿en qué estado de forma estamos y qué hay que entrenar más?
Yo creo que tenemos que creérnoslo un poco más, creernos que lo hacemos muy bien. Pienso que el diseño español y las empresas españolas tienen muy buen nivel, un ejemplo es la cantidad de diseñadores extranjeros que vienen a trabajar con empresas españolas y lo hacen porque ven negocio, porque consideran que las empresas son potentes, de lo contrario no colaborarían con ellas .
Cierto es que siempre se pueden mejorar cosas. A mí me gustaría que, no sólo el diseño español sino el diseño en general, nos centrásemos en hacer menos y mejor. Hacer cosas con sentido, más pensadas y maduradas.